jueves, 10 de mayo de 2012

Lucha de oposiciones

Buenas tardes a todos.

Antes de empezar a desarrollar estas líneas, quiero pedir disculpas por la discontinuidad de las publicaciones. Estoy abocado a mis estudios y empeñando mi tiempo en ello. Con el título en la mano, la situación será distinta.
El motivo que me llevó a escribir en esta ocasión han sido las despiadadas críticas que, día a día, sufre la oposición política en nuestro país. Con la expropiación de YPF, el cristinismo volvió a dominar el escenario político y a reposicionar su imagen ante la población. En ese contexto, gran parte de la oposición acompañó la iniciativa, claramente fundamentada en recuperar la "Soberanía nacional hidrocarburífera". Se ha escuchado decir que "estamos de acuerdo con que YPF sea estatal, pero no manejada por un Estado corrupto". Será cuestión de esperar a que se supervise la administración que llevará adelante el oficialismo, que dio un buen paso designando como CEO a Miguel Galluccio, quien tiene probada experiencia en el rubro.
Muchos probablemente se pregunten cómo hará la oposición para supervisar la administración, y en algunos casos, tal vez se haya esbozado una carcajada. El motivo de éste artículo es, justamente, entender (no justificar) este accionar negligente. Así como los "cyber K" son utilizados para perseguir y amenazar a disidentes en las redes sociales y foros de opinión, el instrumento político para condicionar los votos en el Congreso es el retiro de fondos públicos destinados a las ciudades o provincias originarias, con la consecuente difamación y desprestigio que le genera al legislador en su tierra. A eso hay que sumarle persecución judicial y tributaria (AFIP mediante), con lo cual el cóctel se torna peligroso para cualquiera que intente persistir en su posición. No es algo exclusivo de Argentina. En Venezuela, Ecuador o Nicaragua pueden visualizarse los mismos síntomas, variando el grado de desarrollo según el caso. Así, se critica el "afán de poder" de los supuestos opositores que se "venden" al oficialismo, tal vez en muchos casos sin comprender que detrás del político hay una persona, y detrás de esa persona, familiares y amigos que se preocupan por su salud y por su imagen.
Este es el entramado que le da el título de "Lucha de oposiciones" a esta nota, dado que los que criticamos a la oposición, también somos opositores. Hay que distinguir entre la "oposición sistemática" y la "oposición moderada": El opositor sistemático cree que al kirchnerismo hay que pagarle con la misma moneda, mientras que el moderado, tratará de establecer un diálogo y llegar a un acuerdo que, a todas luces, es muy difícil que sea beneficioso para ambas partes. ¿Hay terminos medios? A mi entender sí: Hay que ser "moderado" para dialogar, pero "sistemático" para negociar, de manera tal de dejarlos evidenciados en su error. Ese es nuestro trabajo.

Saludos a todos y gracias por su atención

No hay comentarios:

Publicar un comentario