martes, 17 de septiembre de 2013

Las trampas del Presupuesto 2014


En esta ocasión vamos a hablar del Presupuesto que se apresura a aprobar el Gobierno, cuyo análisis desde el punto de vista económico, objetivamente, tiene poco lugar. A simple vista, parece ser un instrumento de extorsión del oficialismo para negociar su salida del poder. En ese sentido, ya no sorprenden la inflación subestimada, el crecimiento sobrestimado, ni el tipo de cambio con escasas variaciones. Son la cabal muestra de que no se pretende cambiar nada, y de que los anuncios grandilocuentes que se hicieron recientemente responden a una mera necesidad electoralista.

Leyendo la introducción, puede notarse que se hace mención a “las políticas que lograron” mejorar las condiciones laborales, sin destacar ninguna en particular. Es aceptable. Pero cuando se habla de los montos destinados a educación, la cita casi exclusiva al Programa “Conectar Igualdad” denota una falta de compromiso alarmante para encarar esta temática que es prioridad para cualquier país que se precie de ser digno o, cuanto menos, hablar de una “década ganada”. Se habla de un 6% del PBI destinado a la educación, pero no se habla de una mejora en los resultados académicos obtenidos. Uno de cada cuatro chicos de 17 años no estudia, y en los rankings internacionales somos habitués de los últimos puestos. ¿Se puede hablar de una “década ganada” en educación?

Datos como los recursos y los gastos no quedan exentos de las distorsiones de las variables macroeconómicas que realiza este presupuesto. El superávit financiero estimado en 0,11% del PBI parece ser logrado mediante no pocos artilugios, cuando se aprecia que en 2013 ya registró un déficit alarmante de 1,77%. La subestimación de los gastos responde a una sola causa: La reasignación discrecional de los excedentes que registren las recaudaciones. Son sabidas las amenazas y el concepto de que “en política, todos tienen un precio”. Ciertamente, las mayores reasignaciones serán para alimentar la propaganda oficial, que tiene su mayor exponente en el Fútbol Para Todos y en los medios oficialistas y paraoficialistas.

En la misma dirección parece apuntar la (no) renegociación de la deuda contraída por los gobiernos provinciales, que registran su vencimiento el próximo año. Así como, por ejemplo, la ley de Medios se aplica a rajatablas al Grupo Clarín y se mira hacia el costado con el Grupo UNO (Vila/Manzano), ocurrirá lo mismo con este concepto, dependiendo la mano dura de la fidelidad de los gobiernos afectados.


Como conclusión final, con el Presupuesto, el mensaje K es el de siempre: Redoblar la apuesta para que todo siga igual, extorsionando a la oposición y dejándola entre la espada y la pared. Se persigue el mismo objetivo de siempre: huir hacia adelante. Está en la oposición y en nosotros como pueblo ponernos firmes, y hacer que sean ellos quienes paguen la fiesta, para no volver a caer una y otra vez en el mismo error.

viernes, 13 de septiembre de 2013

El día que Cristina dejó de ser eterna

Hoy conmemoramos el primer aniversario de la marcha del 13S, marcha en la que el pueblo argentino despertó y manifestó sus demandas e inquietudes. Podemos considerarlo un día histórico, como el día que se le dijo basta a la corrupción, a los atropellos constitucionales y a los intentos de perpetuación en el poder. La sensación de ese día, en el que nos albergó la agradable sorpresa de la abundante convocatoria, fue que a partir de ese momento nacía una nueva República. Fue la sensación de que habíamos despertado, de que habíamos defendido la democracia, de que no estábamos solos y desamparados ante un gobierno decidido a “ir por todo” y “por todos”. Fue un desahogo ante lo que fueron esas semanas previas, en las que había cadena nacional casi todos días, la presidenta decía que había que tenerle “un poco de miedo”, la AFIP afloraba como instrumento de persecución a disidentes y no había día que no se hablara de la tan temida re-reelección, instalada fuertemente en la agenda kirchnerista. A partir de ese momento, el gobierno, tan afecto a inventar enemigos a vencer, se metió con la tradicional clase media, siendo ese un error que le costó caro, dado que esa reacción desmesurada terminó potenciando lo que a la postre sería el 8N. Al mostrar su peor cara, la de la intolerancia, perdió la calle, un bien preciado por cualquier político, y empezó a perder adeptos que los llevaron a fracasar ante cualquier intento de imponer la agenda. El cristinismo comenzó a hablar de “batallas”, lenguaje bastante preocupante para un sistema democrático. Así, se perdieron las “batallas” libradas contra Clarín primero, contra el Poder Judicial después. Las contradicciones y la desesperación se tornaban cada vez más evidentes. Hechos como el embargo de la Fragata Libertad y las inundaciones en La Plata, por citar a algunos, terminaron por mostrar que el fin de ciclo era algo inminente.

Ante el recuerdo de una fecha tan especial y la que sentí que me volvía el alma al cuerpo, no tengo más que decirle gracias a todos los que estuvieron ahí, a todos los que presenciaron ese freno a los atropellos a la Constitución Nacional y a las instituciones, permitiendo que empecemos a trabajar por la república que todos soñamos.


Les mando un gran abrazo patriótico. Feliz aniversario

martes, 3 de septiembre de 2013

Rumbo a octubre

En esta ocasión escribo para realizar mi análisis sobre el resultado de las P.A.S.O. del 11 de agosto pasado y los posteriores sucesos económicos y políticos que influyeron en el rumbo que pretende tomarse de cara a las legislativas del próximo 27 de octubre, que ya se han convertido más en una carrera hacia la presidencia en 2015 que en un mero recambio o renovación de cargos en las cámaras del congreso.
Es claro que la gran derrotada fue la presidente Cristina Fernández de Kirchner, cuyo golpe contra la realidad de las urnas le revelaron dos certezas: la primera, la reforma constitucional y su re-reelección pasaron a ser una utopía. Segundo, la estructura peronista realizó esta lectura y ya se está reagrupando en búsqueda de un nuevo líder pensando en 2015. Todas las miradas se centran en Daniel Scioli o Sergio Massa, que tendrán la difícil misión de reunificar al PJ y, sobre todo, tomar partido por los aberrantes hechos de corrupción que involucran al gobierno saliente. El recuerdo de lo sucedido con Menem/De La Rúa sigue fresco y cualquier omisión volvería a generar el renacimiento de viejos temores, o la formación de una peligrosa rueda, donde los límites a la corrupción y a la moralidad son cada vez más traspasados y violentados al crecer la sensación de impunidad y poder. ¿Escucharán el mensaje de la calle?
Es plausible el aumento del mínimo no imponible, pero no su modalidad. Parece ser un decreto a medida del clima electoral, un “golpe de efecto” cuyo único efecto parece estar dirigido a captar sufragios. El reclamo data de dos años, y los aumentos suelen ir un paso atrás de la inflación, con lo cual al no haber actualización de las escalas del impuesto, quienes quedan eximidos en primera instancia, vuelven a quedar afectados luego de aumentos salariales posteriores. De este modo, se llega a la conclusión de que el gobierno aumenta el mínimo no imponible exigiendo algo a cambio. El aumento de enero quiso funcionar de techo para las paritarias, mientras que el actual está condicionado al acto electoral. La demagogia y la especulación se tornan evidentes.
Reabrir nuevamente el canje de la deuda refleja una actitud temeraria y desesperada del gobierno. Sin duda, el fallo norteamericano a favor de quienes no ingresaron en los canjes anteriores impactó de lleno contra el principal pilar del relato, el desendeudamiento. Llevar la discusión al territorio nacional no suena creíble bajo ningún punto de vista. Basta con analizar cómo el gobierno llevó a cabo la política del desendeudamiento para llegar a esa conclusión. Si para cumplir los compromisos internacionales la única fuente de pago son las reservas del BCRA o los fondos de la ANSES, es evidente que estamos hablando de una falta de compromiso, que pasó de ser externa a ser interna. ¿Dónde está la “década ganada”? ¿Ese aforismo no representaría más fuentes de financiación para el pago de la deuda del que tanta  vanagloria se hace? ¿Dónde están las retenciones a la soja que alcanzaron precios récord? Muchas preguntas caben hacerse para un mito que al parecer solo sirvió para las cámaras.

En las siguientes semanas veremos más reacciones incoherentes y más intentos forzados de reconciliación con la realidad. Las próximas elecciones servirán para cotizar su credibilidad y medir el nivel de hartazgo y desgaste de este proceso de diez años.