Nos estamos acercando al final de
2012. Sin dudas ha sido un año eterno, dando la sensación de que transcurrieron
cinco. El primer gran hecho a recordar fue la Tragedia de Once, donde un tren
perdió el control y se estrelló en la estación de dicho barrio de la Capital
Federal, generando 52 muertos y más de 700 heridos. La singular respuesta de
Cristina Fernández de Kirchner a esto fue el famoso “Vamos por todo” balbuceado
en el acto en Rosario por el Bicentenario de nuestra bandera.
La primera víctima fue Repsol, dado
que la crisis energética como consecuencia de la política llevada a cabo en el
rubro era evidente y había que buscar a algún responsable para desligarse. Así,
el 16 de abril se decidió la expropiación del 51% de las acciones pertenecientes
a Repsol, la cual fue anunciada con bombos y platillos, para luego en la
práctica ver como su CEO, Miguel Galluccio, sortea no pocas dificultades para
sumar inversores. Con la reciente reforma al Mercado de Capitales, el Gobierno
puso en circulación bonos de la empresa que generan rendimientos al 19% anual,
al cual tienen acceso todos los ciudadanos. Se destaca que el buen recibimiento
que han tenido los bonos ha sido causal de recuperación de las acciones, pero “escoba
nueva, barre bien”. Habrá que esperar la evolución de estos bonos, que siguen
perdiendo con la inflación.
Se instauraron férreas restricciones
a las importaciones de productos y se profundizaron las restricciones al
mercado cambiario, imposibilitando totalmente la compra de divisas extranjeras.
Esto trajo como consecuencia el cierre de empresas y pequeños locales, más
algunas otras que se fueron del país, con su consecuente pérdida de estabilidad
del empleo, y la imposibilidad de ahorro de la clase media, el sector más
importante en número y productividad, al obligársele a atesorar una moneda que
pierde valor por la inflación. Las primeras reacciones sociales se hacían
presentes en el mes de junio, y constituían el embrión de lo que vendría más
adelante.
Insólitamente, se inició la carrera
presidencial hacia 2015, aún sin haber transcurrido un año de las elecciones
que consagraron a Cristina Fernández de Kirchner con un 54,11% de los votos. El
oficialismo quiso instalar la reforma a la Constitución Nacional que le
posibilitara la re-reelección a CFK, lo cual generó una mayor irritación en la
sociedad. Esto, sumado a otros hechos como el envío a la AFIP a un empresario
inmobiliario que dijo que la actividad estaba estancada y el abuso que la
presidenta hacía de la Cadena Nacional, hablando de supuestos dotes de
arquitecta egipcia y la desafortunada frase “Sólo se le teme a Dios…y a mí, un
poquito”, desencadenó en la protesta masiva del 13-S.
Demasiadas respuestas
descalificadoras recibió esta protesta, en especial por parte de Juan Manuel
Abal Medina y su frase “A esa gente le importa más Miami que San Juan”, o “No
pisaban el pasto”, y una recordada de Estela de Carlotto: “La marcha de los
bien vestidos”. La respuesta de CFK brilló por su ausencia, si bien ya se veía
venir su interpretación: la repercusión que tuvo la marcha fue culpa de TN, y
en esa dirección, instaló el 7D como la fecha de vencimiento de la “Cadena ilegal
del miedo y el desánimo”, montando todo su aparato estatal en torno a esa
fecha, que pasaba a ser un designio divino en el cual los problemas del país se
terminarían de una vez por todas. Quedará a la historia además el paso de la
Presidenta por las Universidades de Georgetown y Harvard (EE.UU.), donde dejó
frases del estilo “si la inflación fuera del 25% el país estallaría por los
aires”, “Mi crecimiento patrimonial se debe a que fui una exitosa abogada”, o “Esto
es Harvard, no La Matanza”
Los últimos tres meses merecen cada
uno su propio párrafo. Octubre arrancaba con una noticia que caló hondo. El
martes 2 de octubre, la Fragata A.R.A. Libertad, buque insignia de las FF.AA.,
era embargada en el puerto de Tema, Ghana, por el fondo internacional Elliot,
que no entró al canje de deuda argentino. Luego, el 7 de octubre es reelecto
Hugo Chávez en Venezuela, esa misma semana se desata el conflicto con Gendarmería
y Prefectura, por un decreto firmado por Nilda Garré que les rebajaba el sueldo
a la mísera suma de $3.000. Los pases a disponibilidad fueron la solución elegida
por el gobierno. El clima seguía enrareciéndose. Asimismo, a fin de mes se
aprobó el voto optativo a partir de los 16 años, una medida polémica, destinada
a sumar votos para las elecciones legislativas del año próximo, que aceleraría
el malestar social.
Noviembre arrancó con lo que fue la
marcha multitudinaria más importante desde el regreso a la democracia en 1983.
El jueves 8 más de 2 millones de personas en todo el mundo protestaron en contra
del Gobierno y su tendencia autoritaria que se fue acentuando cada vez más,
atropellando a las leyes y la Constitución, la cual pretende ser reformada para
perpetuarse en el poder. La protesta tuvo una repercusión internacional
importante, pero para CFK lo más importante fueron las elecciones en el Partido
Comunista Chino. Este ninguneo desilusionaría a muchos, pero generó diversas
reacciones. Por un lado, los sindicatos encabezados por Hugo Moyano y Pablo
Micheli, le hicieron el primer paro a un gobierno peronista el martes 20 de
noviembre, sentando un importante precedente. Por otra parte, el martes 27, la
Corte Suprema rechaza un recurso presentado por Clarín y pide que se falle
sobre la cuestión de fondo y la Cámara Civil y Comercial se expida sobre la
extensión de la medida cautelar interpuesta en 2010 por el multimedios.
Diciembre arrancó con el fallo de la
Cámara Civil y Comercial nº2 del jueves 6, que extiende la medida cautelar
hasta que no haya un fallo definitivo, que cabe aclarar no es el que dictó
recientemente el juez Horacio Alfonso. Recordemos que la Cámara sufrió varias
recusaciones del Gobierno, en especial al juez Francisco de las Carreras, al
cual se lo acusa de viajar a Miami financiado por el Grupo Clarín. En la semana
siguiente se sucedieron dos hechos significativos: El rechazo de la Corte al “per
saltum” solicitado por el Gobierno, y la absolución de los 13 acusados en el
caso Marita Verón, vinculado a una temática sensible como es la trata de
personas. Estas dos medidas instaron a CFK a iniciar un proceso para
democratizar la Justicia, que ya tuvo resultados inmediatos con el fallo del
juez Alfonso. Luego se vendrá la apelación de Clarín y el conflicto al parecer
volverá nuevamente al Máximo Tribunal.
Este racconto tiene como premisa
fundamental analizar cuál es nuestro rol ante este atropello que significó el “vamos
por todo” impulsado por los resabios de la militancia montonera de los ’70, que
desprecia profundamente a la democracia y se sirve de ella para instaurar un
régimen como el de Cuba o Venezuela, bajo una apariencia de popularidad y
atribuyéndose la decisión del pueblo. Está claro que el 13S y el 8N han sido
contundentes y han acelerado el estado de nerviosismo del gobierno, pero
también dio origen a pases de factura y a divisiones, generados por aquellos
que quisieron sacar ventaja de estas marchas. Esto no es nuevo, y es algo que
suele suceder, cuando algo es exitoso siempre se pretende un rédito, ya sea
político, económico o social. Lo importante es que sigamos todos unidos en la
misma causa, y que las diferencias se resuelvan mediante el diálogo y la
negociación, caso contrario, contribuiríamos al tan mentado éxito K con su “divide
y reinarás”. Nuestra Nación está por encima de cualquier tipo de interés
individual, y esa debe seguir siendo nuestra premisa inclaudicable. Saludos a
todos y muchas gracias por leerme.