martes, 24 de enero de 2012

Reversión 2008

¿Anticipo de otro conflicto del campo? La sequía reinante parece querer que algo de eso ocurra, pero no es precisamente el tema que nos compete. Les dejo un fragmento de un escrito mío del año 2008

"Aquella vez había criticado a la Koala que ahora ni me sale el nombre porque había dicho que Alemania era la capital de Suiza. Pero no importa, lo hacen para vender...o lo que es peor, para que compremos la ignorancia. Lamentablemente está todo el día prendido en ese tipo de programas mi televisor...y meriendo y ceno viendo ese tipo de programas. Esta situación explicada por un futbolista: "Uno merienda y cena viendo este tipo de programas, pero no importa porque uno debe concentrarse pensando en el partido que viene". Algo de eso está bien, así hay que pensar viejo. No darle bola a ese tipo de programas. Pero si marcan más de 30 puntos de rating es porque algo anda mal. Y si Leandro Gioda marca mal y Racing empata sobre la hora se pone una bandera "con más huevo se ganaba". ¿Por qué somos tan exitistas los argentinos? Tan exitistas y tan fracasistas (si se me permite el término). A veces pensamos en el éxito a costa de pisotear cabezas ajenas. Se estarán preguntando: "¿Pero esto en otros lugares del mundo no pasa?" Sí, pasa, pero la diferencia radica en que en otros lugares del mundo hay conciencia colectiva y las intervenciones del Estado son en procura de satisfacer el bien del pueblo que los votó, no el bien propio o el de unos pocos sectores. Pero esta historia es muy vieja y nuestro país es muy joven, 14605 días mas joven que la patria del Tio Sam, y ni hablar de los países de Europa, entre los que se encuentra nuestra madre patria España. Esos fueron los que empezaron escribiendo las páginas de la historia mundial. Ciertamente, con ese criterio Egipto debería ser potencia mundial, pero la historia se encargó de que no fuera así. Bueno, no soy futurólogo, pero iniciar un cambio profundo en nuestra sociedad requiere justamente eso, primero el inicio. Despues se verá hasta donde avanzar. Básicamente se empieza con construir, no destruir. Históricamente este país destruyó lo que hicieron políticos anteriores. Siempre fueron "malos" los gobiernos. Se hizo campaña desprestigiando a los mandatarios de turno, y prometiendo la panacea en todos los casos. Incluso llegaron a prometerse cosas que no podían cumplirse. No hay soluciones mágicas, ni seres humanos perfectos...motivo suficiente para que dejemos de ilusionarnos con lo que nos digan. A este país lo mató la viveza criolla, la avidez de poder por parte de la clase política. Somos “el país de las antinomias”. Los seis años y cuarenta y cuatro días que transcurrieron entre la Revolución de Mayo y la Declaración de la Independencia, y los lugares en los que cada una se celebraron (el Cabildo Porteño, principal ícono de nuestra Capital Federal, y la Casa de Tucumán), dejan una puerta abierta al análisis, a la primera y gran antinomia que me animo a decir que hoy sigue más vigente que nunca: Unitarios y Federales. Y un fiel reflejo de ello, y que es lo que un poco nos pinta de cuerpo entero, es Juan Manuel de Rosas. Sí, el mismo que sale en el billete de 20 pesos. Reconocido por nuestra historia como ícono del federalismo, fue Gobernador de la Provincia de Buenos Aires entre 1830 y 1852, año en el que fue derrotado en la recordada Batalla de Caseros por Urquiza, que de ese modo llamó a una Convención Nacional Constituyente que sancionó nuestra primera Carta Magna allá por 1853. Buenos Aires, en desacuerdo, se segregó de la Confederación hasta 1860, y el triunfo conseguido en Pavón empezaría a brindarle una fisonomía al país. Y así empezaron frases del estilo “Gobernar es poblar”, la pérdida innumerable de territorios a manos de Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y sobre todo Chile, la “Ley Riccieri” que instauró el Servicio Militar Obligatorio que perduró por más de 90 años hasta el recordado “Caso Carrasco”, El Código Civil de Vélez Sársfield (un unitario de los bravos), la educación pública y gratuita, La Campaña del Desierto que nos permitió conquistar la Patagonia, a la que ignoramos a tal punto de estar gran parte de ella vendida a conocidos empresarios extranjeros (Si, aunque el matrimonio presidencial sea de Santa Cruz, hay realidades que ya son conocidas, pero no viene mal recordar). Lo ven, ahí empezó el gran problema: La negación de nuestras raíces…la continua inmigración exterior terminó de abolir por completo nuestros orígenes. Evidentemente nos ha faltado creer en nuestros orígenes, siempre hemos pensado que lo mejor era traer gente de los países más desarrollados, que si otros países eran exitosos, debíamos “copiar” esas ideas. Yo siempre sostengo que en Argentina se hace todo exactamente al revés."

Continúa, pero es mejor ir por partes...

Saludos a todos y gracias por su atención

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