sábado, 24 de marzo de 2012

24 de marzo: Día de la ¿memoria?

Hoy se cumplen 36 años de un hecho que quedó en la historia como la última dictadura militar ocurrida en la Argentina. Realmente es algo que lamentamos mucho como sociedad y no queremos que se repita, pero debemos analizar si el gobierno actual es realmente lo que queremos y no una dictadura encubierta, como da la sensación cada día que está pasando, a la luz de los hechos y apreciando las mayores intervenciones y cepos que se imponen a las libertades de los argentinos. Recordando a Jorge Luis Borges: "Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos, porque uno termina pareciéndose a ellos", llegamos a la conclusión de que con el gobierno que comanda Cristina Fernández de Kirchner, esta conducta se manifiesta claramente. La deformación del "relato" de este acontecimiento (que cumple 8 años hoy, dado que el primer 24 de marzo K fue en 2004), en el que se resaltan las consecuencias del golpe y no las causas, son una muestra clara de la necesidad de hacer el papel de víctimas de un proceso militar que estaba dirigido a exterminarlos. El espíritu revanchista con el que se manifiestan en cada aparición pública es un testimonio claro de esto. Quienes vivieron en esa época, saben que la población en general (civiles, políticos, medios de comunicación, etc.) pedía por la intervención de las Fuerzas Armadas para restablecer el orden y reducir el caos. El gobierno de Isabel Perón pasaba por un estado de desorden calamitoso y por un desmadre tal de la situación que puede sintetizarse en la publicación del diario cordobés La Voz del Interior el 22 de marzo: "Un argentino es asesinado cada cinco horas". Montoneros y el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), eran los máximos responsables.
Para comprender un poco más el duro resentimiento del peronismo en general hacia las FF.AA. (la reforma constitucional de 1994 las hirió de muerte, y el kirchnerismo les asestó el golpe de gracia), hay que recordar el hecho que inició oficialmente a los conflictivos años '70: El asesinato, por parte de Montoneros, del General Pedro Aramburu, ideólogo y cabeza visible del golpe militar que derrocó al General (sí, ¡otro General!) Perón en 1955. Luego vinieron los tan mentados atentados que cada vez se iban cobrando más vidas (incluso inocentes), y la famosa escena en la que Perón echa a los Montoneros de la plaza de Mayo en 1973. Es evidente que estos hechos muestran una clara tendencia: Demonizar y concientizar como genocidas en la memoria colectiva a gente que en ese momento la sociedad le exigía que se hiciera cargo de una situación que era "insostenible", por el solo hecho de oponerse a las organizaciones con las que ellos simpatizaban, y fueron igual o peor de criminales que los dictadores.
Por eso, el día de la Memoria, en realidad, tiene bien ganado su nombre. Nuestra memoria es claramente cortoplacista y parcial. Lo que un día es bueno, al día siguiente es malo, sin ninguna transición intermedia y sin ningún reparo por parte de nuestro inconsciente colectivo. Pensemos en quienes fueron amigos del kirchnerismo y hoy, por una u otra razón, no lo son: El Grupo Clarín, el campo, los Eskenazi, Scioli, Cobos, Moyano, Alberto Fernández, etc. El mecanismo utilizado fue el mismo con los militares (si se hubieran opuesto en esa época hoy no nos estarían gobernando) y con Menem. Es para reflexionar el concepto de "memoria" que tenemos los argentinos.

Un saludo a todos y que el NUNCA MÁS sea pronunciado para todos los crímenes de lesa humanidad, y para que se deje de perseguir y amenazar a personas por el sólo hecho de pensar distinto al Gobierno de turno.

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